Grupos

Vida Ascendente descansa sobre tres pilares fundamentales:

Espiritualidad: Los miembros de VIDA ASCENDENTE se reúnen en pequeños grupos donde comparten la fe, la oración y la unión con Cristo, conscientes de que «sin Él, nada podemos hacer». Es una espiritualidad propia de seglares inmersos en el mundo, que es distinta a la de los consagrados que están dedicados preferentemente a esta tarea. 

Apostolado: En estas reuniones, como cristianos conscientes de sus obligaciones, los miembros se preparan para el apostolado en el mundo. Ponen sus fuerzas y experiencia al servicio de la Iglesia y de la sociedad.

Amistad: Como consecuencia del trato continuo y sincero entre los miembros, brota la amistad entre ellos, que es básica para el buen funcionamiento de los grupos. Aquí aparece como el último de los tres pilares, pero hay quien piensa que debería figurar en primer lugar, sino por su importancia sí como principio básico para que los grupos funcionen sin problemas. Por otra parte, no olvidamos que la amistad entre los mayores, sobre todo entre los mayores que han ido perdiendo seres queridos, adquiere una mayor relevancia, pues la necesitan para evitar la soledad a que muchas veces les lleva su propia situación.  

Pueden pertenecer a este Movimiento todos los seglares, hombres y mujeres, que han llegado a cierta edad, -en torno a los sesenta años-  en la cual se produce un cambio de la existencia, que exige vivir y actuar en forma distinta a como se ha estado actuando hasta ese momento en la vida social, familiar y profesional. Cualquier hombre o mujer puede percibir claramente cuándo ha llegado este momento que no puede ser fijado por cifras ni datos, ya que es variable para cada persona.