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San Lesmes Abad
1.035 - 1.097
San Lesmes cuyo nombre original, en francés, era Adelelmo nació en torno al año 1035, en Loudon, localidad perteneciente al departamento francés de Vienne. Pertenecía a una familia noble, siendo su padre militar al servicio del rey. Su infancia transcurrió al calor de los cuidados de su madre. Llegado a la juventud y siguiendo los deseos de su padre, se alistó en el ejército. A la muerte de sus padres decidió abandonar la vida militar. Movido por el deseo de entregar su vida al Señor y cumpliendo el mandato evangélico de vender todo para seguir a Cristo, se apartó del mundo para servir a los pobres, visitar a los enfermos y atender a los peregrinos. Tiempo después, emprendió la peregrinación a Roma para visitar la tumba del Apóstol San Pedro. En su camino, la Providencia Divina propició su paso por el Monasterio de Chaise-Dieu y el encuentro con su fundador San Roberto. La breve convivencia con el abad y su comunidad, suscitó en Lesmes el deseo de ingresar en la recién creada abadía benedictina. Sin embargo, retomó su camino a Roma donde permaneció como peregrino mendicante dos años, venerando las tumbas de los mártires y los lugares sagrados. Finalmente volvió a Chaise-Dieu para ingresar en la orden benedictina, aunque tan demacrado y consumido por los ayunos y la penitencia, que no fue reconocido. Su intensa vida de oración y su entrega a los hermanos le convirtió en ejemplo para toda la comunidad, llegando a ser maestro de novicios y posteriormente Abad por designación de sus hermanos.
La fiesta de San Lesmes se celebra el 30 de enero, fecha de su muerte, acaecida en 1.097.

“Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará”
San Mateo 16, 25

Pronto adquirió fama de santidad, llegando a sanar milagrosamente a la Reina Matilde, la esposa de Guillermo “el Conquistador”. Su fama aumentó y las noticias de sus numerosos milagros se extendieron por toda Francia. Este fue el motivo por el que la Reina de Castilla, Constanza de Borgoña, de origen francés y esposa de Alfonso VI, le invitó a la corte castellana. La intención de la reina y del papa Gregorio VII era remediar los males que aquejaban a estas tierras y reformar la iglesia castellana que seguía celebrando la antigua liturgia mozárabe e instaurar la liturgia romana. El humilde monje decidió aceptar la sugerencia real, como manifestación del querer divino. Llegó a Burgos en torno al año 1.081, siendo recibido por los reyes. Estos le nombran Confesor, Abad y Consejero Real de su Reino, siendo muy posible que coincidiese con el Cid Campeador en algún acto de la Corte. Pronto los castellanos, ante la dificultad de pronunciar correctamente su nombre; lo van adaptando a su lengua, de Adelelmo, a Adelelme y Alesmes, hasta llegar a Lesmes, nombre por el que es conocido hasta el día de hoy.
“En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”
San Mateo 25, 40
Nuestro santo renunció a la corte y se afincó en Burgos. En el año 1070, de la mano del monarca castellano, fundó el Monasterio de San Juan Evangelista, del que fue su primer abad, siguiendo la regla benedictina. Allí pasó los últimos años de su vida atendiendo material y espiritualmente tanto a los pobres de la ciudad como a los peregrinos que transitaban camino de Compostela. En ello empeñó la vida, siguiendo el mandato evangélico del servicio a los últimos. Aquejado de una grave enfermedad pulmonar, entregó su alma al Señor el 30 de enero de 1097, acompañado por sus hermanos de comunidad y después de recibir los últimos ritos y besar la cruz de su Señor. El día de la muerte para un cristiano es un momento de Gracia, su verdadero nacimiento a la eternidad, en la visión beatífica de Dios. Pero la muerte, también la de los santos, está rodeada de llanto y tristeza para los que se quedan. Por ello, la pérdida de San Lesmes convulsionó la ciudad de Burgos. Aún en el dolor, reconoció la inconmensurable labor llevada a cabo por San Lesmes y fue nombrado patrono de la ciudad de Burgos en el año 1511.

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